The Neon Demon, de Nicolas Winding Refn, fue la película inaugural del Fancine 2016. Un espectáculo visual y sensorial dispuesto a no dejar a nadie indiferente. Los parpadeos del flash, los juegos de luces, la efímera mortalidad de la belleza… Preparaos para la tiranía del mundo de la moda, expuesta bajo los focos, con un aluvión de cámaras que disparan a matar.
En The Neon Demon las modelos se comen unas a otras. Literalmente. Elle Fanning interpreta a Jesse, una joven que llega a Los Ángeles para cumplir su sueño de convertirse en modelo. Hay bellezas tan deslumbrantes que hacen perder la visión, como las luces de un neón. Razón de más para que su belleza natural sea motivo de envidias y desate las perversiones de sus compañeras.
Con este papel, Elle Fanning deja atrás sus roles de adolescentes para incurrir en el mundo adulto con todas sus consecuencias. En cuanto a interpretación, se lleva la palma una increíble Jena Malone, enigmática y provocadora en todo momento, con una escena difícil de interpretar (y dura de ver) relacionada con la necrofilia. Otros rostros conocidos son el de Christina Hendricks o Keanu Reeves.
La película me parece notable si exceptuamos el último tercio. En la parte final es cuando más se excede en los recreos visuales y el guión pierde fuerza. Hay un momento en que no sabía bien qué estaba pasando entre los sueños y la realidad. Pero su cierre metafórico se hace perdonable precisamente por su capacidad de impacto.
Merece una mención aparte la banda sonora, a cargo de Cliff Martinez, que encaja a la perfección durante todo el metraje. El sello propio del danés Nicolas Winding Refn, director de Drive o de Solo Dios perdona, se deja notar en las dos horas de película. Te puede parecer el colmo del onanismo o puedes dejarte llevar… Pero si te dejas llevar, el disfrute está asegurado.
En definitiva, The Neon Demon se convirtió, a mi parecer, en una gran elección para abrir el Fancine 2016.
Reportera dicharachera y fantástica cubriendo el festival 🙂