Litus de Dani de la Orden se ha convertido en una de las claras favoritas para ganar el Festival de Málaga 2019. El director alcanza la madurez en su filmografía con una película comedida y que, sin embargo, provoca todo un desfile de emociones en el espectador. Su logro es no caer en la sensiblería. Se trata de un cambio de registro en su carrera, tras Barcelona, noche de verano, Barcelona, noche de invierno y la comedia por encargo El mejor verano de mi vida. Dani de la Orden se mueve en un terreno que le resulta cómodo, las reuniones familiares o de amigos. En este caso, una reunión entre amigos para recordar a uno que ya no está entre ellos: Litus, que se quitó la vida.
La adaptación de una obra teatral
La película tiene su origen en una obra de teatro de Marta Buchaca. La creadora también ha participado, junto a Dani de la Orden, en el guion de la adaptación. Tiene su lógica si tenemos en cuenta que, exceptuando la escena final, la totalidad de la historia se desarrolla en el interior de un gran piso de Barcelona. Según explica el director, quisieron apostar por un escenario cinematográfico, que les diera pie a los actores a moverse con libertad, antes que por un piso minúsculo que realmente representara a la juventud actual en Barcelona. Quizá no se lo puedan permitir, pero queda bien en pantalla y el resultado es magnífico. El piso y los objetos que lo habitan parecen tener vida propia, sobre todo la habitación de Litus; tal y como estaba antes de su muerte.
Litus nos va presentando a los personajes poco a poco. Como en la obra de teatro de la que proviene, estos van entrando en escena y se van sumando al resto del reparto. Primero conocemos a Pablo (Álex García), que era el mejor amigo de Litus y con quien compartía piso, de ahí pasamos a Marcus (Adrián Lastra) y luego se suma Laia (Belén Cuesta)… La actriz Belén Cuesta sorprende con un papel dramático y demuestra que, aunque no suelte ninguna gracieta, su nivel es igual de alto que en la comedia a la que nos tiene acostumbrados. Mientras que Quim Gutiérrez, también más circunspecto que en otros papeles, suelta un monólogo soberbio.
La magia que tiene la película es que cuando llega alguien nuevo, en menos de cinco minutos ya lo conocemos y está perfectamente integrado en ese grupo tan particular. Con solo varias pinceladas, la historia nos muestra su forma de ser y su relación con el resto. Como Pepe (Miquel Fernández), un músico con éxito que ha cambiado su nombre artístico por José; o Su (Marta Nieto), la ex novia de Marcus, un personaje que no aparecía en la obra de teatro original.
Los adioses de nuestra vida
El protagonista de la película no aparece en ningún momento. Es un personaje ausente, que da título al film, y cuyo inesperado final trastoca la vida de su grupo de amigos, incluyendo a su ex novia (Belén Cuesta) y a su hermano (Quim Gutiérrez).
«Es una película sobre decir adiós. El suicidio es la excusa para hablar de la torpeza de nuestras emociones» (Dani de la Orden)
Todos tenemos algún adiós encallado: cosas que se quedaron sin decir, culpabilidades, la fantasía de idealizar a quien ya no está… y Litus va más allá del suicidio. También se trata de manera muy certera el adiós definitivo a una ex pareja, la necesidad de cerrar un ciclo para poder empezar de nuevo. Una despedida presente que puede aliviar la que no se realizó en el pasado.
En el aspecto formal se nota el cuidado por los detalles, como la música instrumental que suena cada vez que se habla de Litus o la que aporta tensión en el momento en el que ponen las cartas sobre la mesa, tanto de forma metafórica como literal. En cuanto a la banda sonora, el actor Miquel Fernández aprovecha su talento musical y canta dos temas musicales que compuso Iván Ferreiro para el film. Una de las canciones es clave para la historia pues es la composición que Litus le envió a Pepe el día en que murió. Quizás ayude con ese ¿por qué? que ya no puede tener respuesta.
Litus se estrena en cines el 6 de septiembre y la distribuye A contracorriente. Le deseamos el mejor de los recorridos a esta grata sorpresa del Festival de Málaga 2019.
Sin duda ( junto con «Los días que vendrán») ha sido una de mis películas favoritas de este año en el festival. Lastima que se haya llevado tan pocos premios, merecía más. Lo que más me gusta es como se desarrolla todo en un piso en donde las interpretaciones de los actores es lo que hace que avance la historia. Se nota que esta basada en una obra de teatro por esa gran dirección de actores y ese guión tan bien hecho y tan real. Y al igual, que Belén Cuesta me hizo reír con la comedia «A pesar de Todo», aquí me sorprende muchísimo con su interpretación dramática, está fantástica ^^