Atlàntida Film Fest 2020: Crónica II

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Atlàntida Film Fest 2020 - Moffie

Continuamos con la cobertura del Atlàntida Film Fest 2020. Esta semana nos hemos dado un buen atracón y os traemos las reseñas de 15 películas del festival online, que podéis ver hasta el 27 de agosto en Filmin. El cine de autor y los documentales ocupan gran parte de nuestra propuesta y, como novedad, hemos reseñado una de las series que se presentan este año al Atlàntida Film Fest: Stieg Larsson: el hombre que jugó con fuego. 

 

Adolescentes (Sébastien Lifshitz)

Atlàntida Film Fest 2020 - Adolescentes

El guionista y director francés Sébastien Lifshitz goza de una amplia trayectoria como documentalista (Les invisibles, Bambi, Les vies de Thérèse…). En Adolescentes acompaña durante 5 años a dos amigas, Emma y Anaïs, a las que veremos crecer desde los 13 a los 18 años.

Este documental es una radiografía de la adolescencia: la insolencia con que se le habla a los padres, ir de compras con tu madre y que no te guste nada de lo que te propone, ser mejor persona fuera de casa que con tu propia familia, plantearse la primera relación sexual y lo diferente que es al vivirla, la primera muerte de un ser querido, la presión de alcanzar una buena nota media… 

A nivel personal, Anaïs tiene las cosas más difíciles y se ve obligada a madurar con antelación. En cambio, Emma tiene todo el apoyo a su alcance y no es capaz de valorarlo. Adolescentes es un interesante documento sobre las contradicciones, las inseguridades y los sueños de cualquier joven de a pie, donde también hay lugar para alguna que otra reflexión de mayor calado. Una película que, como la vida misma, puede interesar o aburrir. Lo que sacamos en claro es que la adolescencia es un período que se vive intensamente, que nos marca y que, por suerte, también se pasa. 

Silvia Gutiérrez

 

Banksy most wanted (Seamus Haley, Laurent Richard, Aurélia Rouvier)

Atlàntida Film Fest 2020 - Bansky most wanted

De la calle a Sotheby’s. Así podría ser, de forma muy somera, el resumen de la vida artística del misterioso artista callejero Banksy. De cómo sus obras aparecen casi por esporas urbanas en ciudades de todo el mundo, pero algunas de ellas acaban en una de las casas de subastas más importantes del mundo.

Banksy, quizás uno de los mejores cronistas sociológicos del siglo XXI, es un misterio para propios y extraños, siendo a su vez uno de los artistas más reconocidos y, a su vez, “desconocidos” del mundo del arte.

El triunvirato de directores Haley / Richard / Rouvier ofrecen en este documental un resumen del universo banksiano, desde las múltiples teorías sobre su identidad – siendo la más extendida y glamourosa la que afirma que el artista es Robert Del Naja, conocido miembro del grupo Massive Attack –, hasta distintos escándalos relacionados con su persona provenientes de cierta caterva de personajes del gremio, más afines al mercantilismo del mundo artístico que al arte en sí mismo.

Todo un cúmulo de información bien administrada y presentada pero que adolece de una irregular capacidad cinematográfica, cargando en demasía sus imágenes de un rigor periodístico que no funcionan de forma efectiva en este formato audiovisual.

Javier Acedo

 

Burning Ghost (Stéphane Batut)

Atlàntida Film Fest 2020 - Burning ghost

Burning Ghost es un drama romántico-fantástico que narra la historia del amor imposible entre Juste (Thimotée Robar) que se encuentra en una especie de limbo y Agatha (Judith Chemla), con la que tuvo su primer encuentro hace una década cuando él todavía estaba vivo. A partir de este momento ocurren una serie de encuentros mientras Juste desarrolla su labor de escolta acompañando a aquellos que van muriendo hacia el otro lado.

Podría interpretarse como un poema bucólico sobre el amor trascendental y la muerte con una mirada bohemia y equilibrada. La directora Stéphane Batut configura esta pequeña historia que no trata de ser un relato coherente y realista, al contrario, se permite deambular entre lo real y lo ficticio, al igual que sus personajes, sin ninguna intención de dar una respuesta clara a nuestras preguntas.

Si bien es cierto que ha conseguido una atmósfera sensual y deprimente, que encaja muy bien con las interpretaciones de los actores de este cuento fantástico, hay detalles que no acaban de funcionar, y el poema deriva en telefilm para adolescentes.

María José Moreno

 

Charter (Amanda Kernell)

Atlàntida Film Fest 2020 - Charter

Siguiendo la vía estilística que comenzó a dibujar con Sami Blood, presente en la octava edición del Atlántida Film Festival, Charter demuestra el continuismo formal de la cineasta sueca Amanda Kernell, caracterizado por contar historias sobre conflictos personales y familiares desde un punto de vista femenino. En Charter, su segunda película, Kernell nos cuenta la historia de Alice, una madre divorciada que vive preocupada por el modo que tiene su exmarido de cuidar de sus hijos. La madrugada en la que el pequeño de los hermanos la despierta asustado en una preocupante llamada de teléfono será el detonante para que Alice decida recuperar a sus dos hijos y escapar a las Islas Canarias.

Ane Dahl Torp hace un estupendo trabajo interpretando a Alice, una madre sufrida y que en varios momentos del film lucha por reconectar con su hija adolescente o su niño pequeño, constituyendo estos varios de los momentos más brillantes de la película. Se ha comparado a esta película con la reciente Custodia compartida del francés Xavier Legrand, aclamada visión la a veces tormentosa y violenta vida después del divorcio. Si bien la cinta de Legrand era más efectista, Charter hace méritos propios con un prometedor estilo que sitúa a Kernell como una de las cineastas incipientes que podrían tener más presencia en el horizonte cinematográfico europeo.

Mario Zafra

 

Constel·lació Comelade (Luis Ortas)

Atlàntida Film Fest 2020 - Constel·lació Comelade

En un momento del documental, un entrevistado comenta que no hay mejor título para este documental que Constelación Comelade. Y, para el que escribe, no hay mayor acierto que esa declaración.

Según la RAE, una de las definiciones de constelación es “conjunto numeroso y agrupado de personas o de cosas de la misma naturaleza”. Y Ortas sigue tamaña definición al presentarnos las múltiples facetas de Pascal Comelade, una de las pocas personas merecedoras de llevar la palabra artista a su lado.

Pintor, dibujante, músico… distintas disciplinas que tienen como objetivo romper mitos sobre la música culta y llevar a la calidad de arte todo lo relacionado con lo popular, en su acepción más positiva y amable.

Tomando como hilo conductor la grabación de uno de sus últimos discos, Deviationist muzak (DiscMedi Blau, 2019), Ortas ofrece pequeñas pinceladas de un inquieto genio en acción en el estudio – grabando música o dibujando en la intimidad de su atelier – y en el directo, ya sea con una orquesta de veinte músicos – sin ensayos previos y usando la prueba de sonido como puesta a punto – o acompañando musicalmente a artistas como Miquel Barceló en sugerentes performances pictóricas.

De metraje algo escaso para abarcar todo el universo comeladiano, el documental se convierte en un magnífico punto de partida para conocer la personalidad y la obra de uno de los artistas más personales de los últimos cincuenta años.

Javier Acedo

 

El escritor de un país sin librerías (Marc Serena)

Atlàntida Film Fest 2020 - El escritor de un país sin librerías

Juan Tomás Ávila Laurel es el escritor más traducido de Guinea Ecuatorial, uno de los últimos territorios coloniales españoles en llevar a cabo su proceso de independencia y descolonización. Este documental, firmado por Marc Serena, nos da a conocer la figura de Ávila Laurel a través de extractos de sus poemas y de sus experiencias como activista denunciante del régimen de Teodoro Obiang, dictador ecuatoguineano desde hace ya más de cuarenta años. Una grata sorpresa en esta edición del Atlántida Film Festival, el documental construye un retrato de la sociedad de Guinea Ecuatorial y de su raquítica situación cultural. Durante unos días, el escritor regresa a Malabo en un momento que coincide con el cumpleaños del perverso presidente, celebrado a bombo y platillo por todos los medios estatales. Dejando que veamos un régimen estancado en el que viven la familia y amistades de nuestro protagonista, El escritor de un país sin librerías constituye un revelador relato de la situación de una de las antiguas colonias españolas de las que nuestro país tiene la fea costumbre de desentenderse y cuya situación es apenas conocida por la mayoría de los españoles.

Mario Zafra

 

I was I am I will be (Ilker Çatak)

 Atlàntida Film Fest 2020 - I was I am I will

Baran (Ogulcan Arman Uslu) es un ex soldado kurdo que sobrevive a duras penas con un precario empleo de lavaplatos que cambia pronto por el de camarero gigoló. En un intento de cambiar su destino y gracias a su ambición consigue convencer a una piloto alemana para que se case con él y así obtener la nacionalidad alemana. Marion (Anne Ratte-Polle) quién ha recibido la noticia de que tiene cáncer, siente pena por el joven kurdo y lo toma como proyecto personal, le ayuda a conseguir un trabajo en el aeropuerto, costea el alquiler del piso y paga su curso para obtener el permiso de conducir que necesita para poder trabajar. Lo que comienza como una relación pactada va estrechándose con el paso del tiempo hasta que las diferencias culturales y personales aparecen para cambiarlo todo.

Ilker Çatak construye un argumento sólido y coherente y en ningún momento pierde la naturalidad cuando se tocan temas tan complejos como la inmigración, los prejuicios raciales y culturales. Es una gran ejercicio de contención y elegancia tanto en la dirección de actores como en la elección del montaje que empieza in media res con la firma del acta de matrimonio para luego contarnos el origen y el desenlace en tres episodios.

María José Moreno

 

Last and first men (Jóhann Jóhannsson)

Atlàntida Film Fest 2020 - Last and first men

Más de dos mil millones de años nos separan entre un importante mensaje del futuro y nosotros. Se nos clarifica un mundo atípico, donde el ya inmortal ser humano ha llegado a un exacerbado culmen intelectual. No reina la felicidad absoluta, como sueñan muchos novelistas, pero tampoco la tristeza más profunda. ¿Utopía, distopía…? Es difícil establecer con unanimidad el resultado de la humanidad que se nos presenta, ni ellos mismos sabrían catalogarlo. Lo único que sí sabemos con certeza es que necesitamos de su ayuda al igual que ellos necesitan de la nuestra.

Pero no se confundan, Jóhann Jóhannsson, el tempranamente fallecido pero muy reconocido compositor islandés de bandas sonoras tales como Arrival (2016) o La teoría del todo (2014) con la cual ganó un globo de oro, no nos brinda una historia de ciencia ficción al uso. De hecho seguramente la fachada de esta película eche para atrás a cualquiera acostumbrado a las naves espaciales y las espadas láseres.

Con un poco de amor al arte, suficiente valentía y un café solo, Jóhannsson os cogerá de la mano delicadamente y os adentrará a un mundo casi insondable, ascético, únicamente comprendido por los monumentos spomeniks del brutalismo yugoslavo plasmados a través de una 16mm en blanco y negro y el ritmo de un auténtico discípulo de Béla Tarr. Todo fusionado con la fría pero soberbia voz narradora de la aclamadísima Tilda Swinton y una banda sonora estremecedora que conforma una atmósfera perfecta.

La crítica habla de su testamento fílmico, pero la idea de “apocalipsis cósmico” presentado en el filme es tan elocuente y sintomático con nosotros mismos, que sería más certero establecerlo como un vaticinio fílmico del testamento de la humanidad.

 Gonzalo Cámara

 

Moffie (Oliver Hermanus)

Atlàntida Film Fest 2020 - Moffie

Todos deberíamos de conocer aquella sórdida época en Sudáfrica en donde reinaba el Apartheid: racismo, brutalidad e irracionalidad en cualquier sentido. Utilizando esto como contexto y medio, Oliver Hermanus en su tercera obra decide poner el punto de mira en una historia de sensibilidades diferentes. Basada en la autobiografía de André Carl van der Merwe, narra las adversidades y los deseos prohibidos de un adolescente recién entrado en el servicio militar sudafricano en donde sufre el más feroz adoctrinamiento y un maltrato físico-psicológico atronador, a la vez que poco a poco descubre con incredulidad su homosexualidad. ‘Moffie’, palabra utilizada para referirse despectivamente a los homosexuales en Sudáfrica, no es precisamente una película de concienciación de clase y raza, sino más bien un tiro certero hacia la inmoralidad que puede llegar a causar la flagrante y corrupta heteronormatividad desmedida en los soldados y la propia sociedad.

Su banda sonora surca desde el sonido más estridente, que recuerda a filmes como Sin amor (2017) de Zviáguintsev, a las voces líricas más melódicas, acompañando a una cinematografía analógica preciosista, muecas apagadas y miradas huidizas. Pero no todo es horror punzante y turbador durante esta experiencia emocional y sensitiva (más que intelectual), Moffie está plagada de refrenadas escenas casi orgiásticas, finísimo homoerotismo y despampanante desiderátum.

Quizás deja un poco que desear la interpretación del desconocido actor principal Kai Luke Brummer, puesto que no sale de sus pocos sutiles registros, evitando el efecto empático que debería de sentir el espectador, anexo a una insuficiencia en la construcción de personaje. A pesar de esto, Hermanus consigue transmitir cierta deshumanización acerca de los temibles aparthianos 80’s en Sudáfrica, unido a la marginalidad y locura que sufrieron aquellos desgraciados que no hacían más que seguir sus sentimientos.

Gonzalo Cámara

 

Nocturne  (Viktor Van der Valk)

Atlàntida Film Fest 2020 - Nocturne

La ópera prima de Viktor van der Valk podría definirse como una carta de amor a Leos Carax. Nocturne, una película con alusiones evidentes a Mala Sangre, largometraje de culto del director francés, incluso reproduce algunas de sus secuencias y versiona hábilmente varios diálogos sin que la apuesta se quede en un intento deficiente de homenajear al Maestro. Todo lo contrario, ya que el director holandés devuelve a la memoria cinéfila escenas de la cinta de Carax a la vez que hace suyos elementos muy característicos, como el ritmo frenético del montaje, la textura granulada o una paleta de color con tendencias oníricas que oscila entre las luces y las sombras. La diferencia principal entre una cinta y otra se encuentra en la línea argumental: el conflicto al que debe enfrentarse Álex, personaje principal de Nocturne, tiene que ver con el proceso creativo y la angustia que, como director de cine, le provoca la falta de motivación; mientras que el protagonista de Mala sangre, también llamado Álex, forma parte de un entramado para robar el antídoto de un virus y comercializarlo.  Ambos se enfrentan a ello como una cuestión de vida o muerte, aunque lo cierto es que Nocturne lo hace, en ocasiones, desde el humor. Recurso que hace respirar a la cinta y consigue que se convierta en una versión relajada (no por ello menos seria), que se ríe de sí misma antes de que los demás lo hagan. 

Laura Carneros.

 

Pink Wall (Tom Cullen) 

Atlàntida Film Fest 2020 - Pink wall

El actor Tom Cullen, protagonista de la película Weekend, debuta como director con Pink Wall. Una historia de (des)amor narrada de forma original y con una acertada pareja de protagonistas: Tatiana Maslany, camaleónica en Orphan Black, y Jay Duplass, a quien recordamos por su papel en Transparent

Sin seguir el orden lineal del tiempo, Pink Wall fragmenta los seis años de relación de esta pareja, Jenna y Leon. Seremos testigos de un momento clave de cada año juntos que, a la vez, se intercala con escenas de la primera noche que se conocieron. 

El argumento no es ninguna novedad al ser otra película sobre las diferentes fases del amor; de la perfección de los primeros años a ese punto de no retorno, en el que no sabes cuándo se empezó a torcer todo. Es el claro ejemplo de que cuando el amor termina, pero no se sabe poner fin, afloran los miedos, la decadencia y el sentirse miserable. 

En cuanto a la dirección de escena, puede chirriar la conversación de actores fuera de cámara o planos que cortan cabezas. Sin duda el principal aliciente de Pink Wall es la veracidad de sus diálogos, repletos de confesiones, reflexiones y discusiones, junto a unas notables interpretaciones que dotan de mayor calidad al conjunto. 

Silvia Gutiérrez

 

Speak so I can see you (Marija Stojnić)

Atlàntida Film Fest 2020 - Speak, so I can see you

‘Háblame para que pueda verte’ (conocerte), la famosa cita atribuida a Sócrates, da título y contexto  a este documental de la directora Marija Stojnić. A modo de mapa sonoro y visual se convierte en toda una experiencia inmersiva en los pormenores cotidianos de una radio, ensayos musicales, cuñas publicitarias, programas culturales; todo un homenaje a la Radio Belgrado, la estación de radio más antigua de Europa, con una trayectoria de 90 años en el aire que comenzó en la antigua Yugoslavia.

El montaje a veces abrupto otras evocadoramente lírico sirve a la directora serbia como hilo conductor de todos estos fragmentos visuales, imágenes de archivo y cortes sonoros que de otra forma parecerían inconexos entre sí. Travellings por las estancias y las instalaciones del mítico edificio mientras en el plano sonoro resuenan piezas clásicas o un texto dramatizado de Cosmos de Carl Sagan, sonidos indefinibles, el recorrido de las ondas sonoras por el cableado del edificio hasta el público, luces y sombras: todo un poema sensorial indescriptible en torno al oficio de la radio y el arte de comunicar.

María José Moreno

 

Stars by the Pound  (Marie-Sophie Chambon)

Atlàntida Film Fest 2020 - Stars by the pound

Solo hace falta visionar unos minutos de Stars by the pound para recordar la maravillosa película Pequeña miss sunshine. Y es que, su protagonista, una chica con sobrepeso, sueña con ganar un concurso para llegar a ser astronauta. La diferencia principal con el personaje de la pequeña Olive, una niña algo rechonchita que ignoraba con cierta ingenuidad sus posibilidades de convertirse en reina de la belleza; es que Lois, por el contrario, sabe perfectamente que su peso no le permitirá viajar al espacio. Este jarro de agua fría, que recibe al inicio de la película, se suma al trastorno alimenticio que acarrea desde hace algunas semanas. Esto la llevará a un centro de recuperación de menores con diferentes patologías, donde conocerá a sus compañeras de viaje. Es aquí donde comienza la road movie hacia el sueño de Lois, al igual que hace Olive acompañada de su familia. Y quizá este es uno de los motivos por el que Stars by the Pound resulta un tanto inverosímil: la repentina amistad de estas cuatro chicas unidas únicamente por la desesperación de huir, hace que el vínculo resulte demasiado débil como para generar cualquier sentimiento de empatía en el espectador. (Si además ignoramos que, entre otras cosas, estas menores tienen más destreza que «el Vaquilla» robando coches cada vez que escapan de los adultos). 

Si acaso en algún momento la película de Chambon podría destacar, al menos, por su visión feminista (ya que la ingeniería aeroespacial ha sido tradicionalmente considerada una carrera de hombres), las buenas intenciones quedan totalmente dinamitadas en una escena en que Lois, ayudada por una amiga, «saca» escote, se suelta el pelo y pinta sus labios para conseguir ayuda de un grupo de chicos. Si bien el gesto resulta esperanzador, pues la protagonista se mira en el espejo y parece reconciliarse por unos segundos con su apariencia, la idea de que una mujer tenga que explotar su físico para resultar atractiva a los hombres y así conseguir lo que se propone, hace que esta historia fracase definitivamente como propuesta por la igualdad.

Laura Carneros

 

Stieg Larsson: El hombre que jugó con fuego (Henrik Georgsson)

Atlàntida Film Fest 2020 - Stieg Larson: El hombre que jugó con fuego

Quien se anime a ver esta miniserie para encontrarse con la figura del Stieg Larsson de la saga Millennium, escritor de la trilogía original y creador del personaje Lisbeth Salander, se va a equivocar tanto como yo… 

Stieg Larsson: El hombre que jugó con fuego centra sus 4 episodios de 45 minutos en el resurgir de la extrema derecha en Europa, en concreto en Suecia, desde 1972 cuando Larsson comenzó a investigar a estos grupos fascistas. Su activismo antirracista y antinazi le ocasionó amenazas de muerte y, hasta su fallecimiento a causa de un infarto a los 50 años, llevó una vida ajetreada dedicada a la defensa del sistema democrático. 

El tono de la serie es sobrio y monótono a pesar de las numerosas entrevistas. Se recurre en exceso a la voz en off mientras que vemos imágenes ficcionadas, que ilustran al escritor fumando o bebiendo café con la mirada perdida, llegando a ser repetitivas y exasperantes. 

La política sueca es realmente la protagonista de esta miniserie, pues el tercer episodio se dedica por completo al asesinato sin resolver de Olaf Palme, el primer ministro de Suecia. Recomendaría su visionado solo a interesados en el resurgir nazi, así como en la resistencia que encuentra en personas comprometidas como Stieg Larsson. 

Silvia Gutiérrez

 

Tench (Patrice Toye)

Es difícil hablar con profundidad y sensibilidad acerca de la parafilia más inmoral y repudiada por la sociedad, sin acabar cayendo en clichés de personaje. Pero Patrice Toye lo consigue con creces retratando a un joven pedófilo que tras salir de la cárcel debido a la falta de pruebas en su contra, conoce a su nueva vecina, una niña pequeña pero intrépida, que solo busca un amigo que le acompañe en su soledad.

Llama la atención como consigue plasmar contracorriente un análisis psicológico suficiente como para hacernos empatizar con el desgraciado Jonathan, interpretado por un magnífico Tijmen Govaerts, que sufre una pesadilla en vida en la cual los monstruos son él mismo y sus tentaciones. Este afán por hacernos comprender, es tan cautivador y kieslowskiano, que recuerda a la sórdida pero maravillosa No matarás (1988).

Desgraciadamente, a lo largo de la película se denota sensación de vacío en diferentes escenas, excusadas por una cinematografía pretenciosamente poética, puesto que se reitera inútilmente en algunos conceptos, los cuales podrían haberse sustituido por otros que aportasen mayor profundidad a la condición de salud mental del protagonista y así crear una obra más contundente y rigurosa.

No obstante, este tipo de filmes obliga a pensar acerca de lo útil que puede llegar a ser el cine frente a las medidas gubernamentales y sociales que se plantean en contra de estos males psicológicos, pero sobre todo sociológicos. El ser humano solamente necesita entendimiento y ayuda a tiempo.

Gonzalo Cámara

 

El próximo miércoles publicaremos una nueva crónica con nuestras impresiones sobre las películas del Atlántida Film Fest 2020. ¡No te lo pierdas! 

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